lunes, 16 de abril de 2012

El silencio

En este mundo reina la palabra;
más allá de este reino,
reina el silencio.

Tratar de evocar el silencio es interrumpirlo,
tratar de callarlo es imposible;
porque el silencio siempre está debajo de todo,
esperando para cubrirlo.
Al silencio todo vuelve,
el hombre, ¡la vida!,
-que se afanan en negarlo,
porque le temen lo mismo que a la muerte-
apenas si logran taparlo.

El hombre descansa en silencio,
porque la muerte no es más que
el silencio absoluto de la nada.
El todo, la vida y el ruido;
el logos, la palabra, el verbo:
es lo que está cerca.
Hablar del más allá es iluso,
mucho más sensato es callar.

Porque el infantil bullicio infernal
-y las trompetas de los ángeles-
son el falaz engaño del nefasto orgullo
del que quiere verse magno,
del que busca un propósito divino.
¿Por qué el hombre no se da cuenta
que no hay nada más grande que la nada,
nada más absoluto que el silencio,
nada más hermoso que el descanso?

En este mundo reina la palabra;
más allá de este reino,
reina el silencio.

miércoles, 11 de abril de 2012

Contador sin público

Quiso se contador y estudió contabilidad. Terminó la carrera y se dio cuenta de que no quería contar números sino contar historias, pensamientos, cuentos. Se propuso contar y dejó de contar los días. Y dejó de contar los billetes, porque no había. Ahora, como contador, solamente puede contar con vos. Porque, por sí sólo, no puede asegurar que las cosas que cuenta sean contables.