lunes, 5 de noviembre de 2012

Frag.


Un hombre le dijo a la mujer: Cuando deje de hacerme el amor a mí mismo, vas a ser el amor de mi vida. Alub, ante la demanda de la mujer, le dijo: Igual tiene que ser para vos. Alub la condujo a la tapera y le dijo que se tocara. Y la mujer gemía la verdad húmeda y sincera y en el envión, acariciaba el cuerpo de Alub, y lo ungía con su saliva. Después, Alub le dijo a sus discípulos: Vine a curar antes a la mujer que al hombre. Algunos que oían la transmisión de lo que había dicho, decían que era machista. Alub le pidió a los discípulos que salieran por los pueblos a comunicar que no los entendía, siendo que amaba más a la mujer que al hombre, y que su remedio era hacer el amor. 

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