viernes, 11 de mayo de 2012

El sol todo

Salió el sol y me encandiló su luz en todas partes, en la helada de la mañana, todavía medio graisácea, en el verde de las plantas con sus gotas de agua, en la retina que se había olvidado –poco memoriosa-, de la premisa nazarena de hacerse pequeño, tan pequeño como para pasar por la cicatriz de la aguja. Soy feliz en la introspección y en la naturaleza, eso nada podría cambiarlo. No sirvo para la sociedad. Y en algún rincón del más horrible fondo, es un orgullo. También normal; porque hay mucha más sabiduría en el todo que en el individuo.

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