domingo, 3 de marzo de 2013

La cruz




Ahora sí que tenían ganas de llorar. ¡¿Y hace cuánto que no las veían?! ¡¿Y hace cuánto que no eran capaces de verter una sola lágrima?! Ya no serán personas que ríen y que vuelven a llorar. Eso es lo difícil: no tener tristeza, no tener alegría. La repulsión que se vuelca en los hombros. Metáforas tan sencillas y fáciles de repetir. ¿Cuántas veces se cargaron la espalda con las dificultades y las penas y los remordimientos? Hay metáforas tan comunes que dejan de ser metáforas. 

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