domingo, 31 de marzo de 2013

La niebla


Hay niebla. Quedó la humedad del llanto. Espero que hoy se termine el frente frío. No sé qué soñé. Un pueblo que era una familia. Lleno de hermanos y hermanas que se miraban y se celaban. Dios piensa en lo grande que se le hizo el mundo.
Jonás le dice: No podemos ni siquiera saber si la meditación o la equitación hacen bien o si hacen mal. Porque hacen bien en algunas cosas y mal en otras. A tal punto que la dualidad se hace una. Y lo uno se hace dos. El bien y el mal son el todo; el todo, es el bien y el mal.
Alub se apoyó en el sauce para decir:
Si hablamos de todo, hablamos de todo. El más sintético decir. Sin metáforas ni detalles innecesarios. Salvo uno: lo único que no es parte del todo: la nada. Donde no es el bien, ni es el mal. Donde no existe el todo, donde todo no existe.
Un título vale para aplicar a la nada: más allá del bien y del mal.
Tratamos de buscar algo que nos contenga, y tendríamos que hablar de algo que es ajeno, ni siquiera contenido, ni siquiera tocado. Algo que no conocemos.
Deberíamos callar.

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